Guirnack. Dos muertes una vida.

Nacido de una familia humilde, criado por un padre granjero, nunca pensé lo que la vida me tenia preparado. Siempre fui muy audaz y valiente ademas de perspicaz,así que con cinco años, ya mi padre me explico el porque no tenia una madre como el resto de chicos. Entonces me entere de que antes que granjero mi padre fue guardián de una noble muy hermosa, con la que aunque se lo habían prohibido, mantenían una relación muy profunda; pero todo cambio el día que la mujer entro en en estado. Ella fue insultada y blasfemada, y mi padre desterrado. Normalmente el vástago bastardo debería haber sido asesinado nada mas nacer, pero el padre de la hermosa mujer pecaba de bondadoso; así que afirmo que el se encargaría de darle muerte al bebe. Pero claramente no hizo tal cosa. Cabalgo durante días en busca de mi padre asta dar con el y me entrego a su custodia. Esa fue la ultima relación que tubo con mi madre y su familia.
Como todo progenitor, mi padre deseaba que aprendiera su oficio, pero yo no estaba muy por la labor de cultivar y arar tierra, mi sangre era la de un guerrero y deseaba en lo mas profundo de mi corazón llegar a convertirme en uno, aunque tampoco quería disgustar a mi padre,así que le seguí el juego, entrenándome a escondidas con una espada de madera y unos mozos mas mayores que yo.
Un día, a mi edad de catorce años una pandemia asolo nuestra aldea, causando que mucha de nuestra gente muriera inevitablemente; desgraciadamente mi padre sucumbió a ella.
Ahora que mi padre había muerto, yo debía recuperar el honor de mi familia. No vengándome, si no, convirtiéndome en aquello que tanto anhelaba y que mi padre había tenido que abandonar. Así que viaje a la capital mas cercana, en aquellos tiempos llamada Lordaeron. No tuve que insistir mucho, en cuanto dije que quería ser un guerrero, me dieron una armadura, un peto, una espada y un escudo, y me entrenaron vagamente antes de enviarme al frente.
Allí vi algo que nunca me habría imaginado. Muertos decrépitos avanzaban hacia nosotros y cada uno de nosotros que sucumbía a ellos se volvía a levantar, pero ya como enemigo. Entonces el mismísimo hijo del rey, Arthas empezó a luchar contra estos enemigos llamados la plaga. Pero no paso mucho tiempo asta que todo diera un vuelco demasiado grande. Arthas sediento de venganza hacia su pueblo enloqueció y acabo siendo parte de el enemigo en vez de su cura; asesino a su padre y se convirtió mas adelante en el rey exánime.
Todos los guerreros que sobrebebimos, acabamos en Ventormenta, bueno todos..... realmente no lo se, de mis compañeros de batalla, no e vuelto a ver a nadie, todos murieron y luego tuve que volver a matarlos. así que, mejor digamos que yo acabe en Ventormenta, donde después de contar mi historia se me reconoció como capitán de la alianza, lo que tanto desee.
Pero el destino no me guardaba solo esta sorpresa. A los dos años en una avanzada preparando un ataque a la actual Lordaeron, dominada por la plaga y ahora conocida como Entrañas, la peste nos alcanzo. Los malditos renegados. En una fiera batalla todo mi pelotón murió convirtiéndose en renegados, pero yo no corrí la misma suerte. Antes de morir por mis heridas algo grande aulló detrás de mi, entonces los vi los hijos de Arugal, los huarguen. Habían visto la batalla y me ofrecieron una solución a mi muerte, beber su sangre y renacer como un huarguen. No lo tuve que pensar demasiado, era eso o convertirme en un asqueroso no-muerto, así que accedí, y me ice un huarguen.
Pero mi destino aun no estaba satisfecho al parecer, porque aun todo no termino así. Ahora luchábamos con una fuerza sobre humana tanto con armas como con garras y colmillos. Los renegados eran para nosotros escoria, pero no contábamos con que la mismísima reina alma en pena estaría esperándonos. La batalla no duro mucho, el poder de Sylvanas enseguida nos diezmo y aniquilo. Pero aun no me tocaba morir, antes de exhalar mi ultimo aliento maldije al cielo clamando venganza, tras lo cual una voz gélida pero conocida me susurro, ......"yo puedo darte lo que pides, solo dame tu alma y obediencia"......, a lo que accedí sin siquiera pensarlo. Un poder enorme invadió mi cuerpo pero no era suficiente como para matar a Sylvanas y ademas esa voz ahora me decía ......" ahora, ven a mi"........ Así que ahora siendo un siervo de esa voz comencé a huir. La voz seguía sonando dentro de mi cabeza diciéndome que camino seguir. Cuando llegue a mi destino, no podía creerlo, el mismísimo Arthas, me aviá convertido en un caballero de la muerte a sus ordenes, que cruel es la vida. Pero por suerte tras descubrir que Arthas nos usaba para un fin solo para si, Morgaine portador de Crematoria le planto cara, aunque no fue suficiente su poder, pero pudo darle a Tirion la Crematoria, con la cual Arthas debió huir. Han pasado barios años y ya Arthas sucumbió ante Tirion, pero ahora nos enfrentamos a algo peor, la tierra tiembla y expresa su final, a despertado Alamuerte y si no le detenemos todo terminara, ¿¿¿¿¿Quien sabe que me deparara ami el futuro esta vez?????.........